¿Cuántas veces hemos estado plenamente conformes con alguien o con algo? Sin duda, estar al completo acorde con una idea de otra persona es un tanto difícil. Este es mi caso con el el psicólogo más influyente de la historia y el fundador de la teoría del psicoanálisis, Sigmund Freud.
Por un lado, lo que este experto defiende es que la personalidad se compone de consciente e inconsciente. Todo lo que está en nuestra mente y sabemos que está, y todo lo que está en nuestra mente pero no sabemos que está. Dentro del inconsciente se encuentran los gestos involuntarios, los sueños y los lapsus. Este último tiene para Freud un significado que va más allá de los demás ejemplos citados. Para Freud, los lapsus, es decir, equivocaciones, tienen algún significado. Es aquí donde no comparto opinión con el psicólogo ya que desde mi punto de vista una equivocación es un hecho aislado, sin fundamento y completamente habitual.
Otro ejemplo en el que discrepo es una de las tres instancias que defiende que forman la psique humana. En este caso es con el Superyó, en el que defiende que se representa la moral interiorizada. Comparto que esté interiorizada al encontrarse en el inconsciente, pero no puedo defender que simbolice la ética ya que en mi opinión lo que sería el Superyó como conjunto, yo lo llamaría fuerza de voluntad. Eres tú mismo el que debe reprimir los instintos y controlar lo que se debe realizar. Para finalizar debo añadir que pese a criticar una de las instancias, estoy muy de acuerdo con las otras dos (Ello, YO) y en especial con el YO, porque la sublimación es algo que en el día a día efectuamos, convirtiendo los impulsos agresivos del Ello en respuestas socialmente admitidas.
Como conclusión, quiero agregar que la dimensión psicológica del ser humano es muy compleja y que como en todo, hay multitud de opiniones siendo todas ellas válidas.
Por un lado, lo que este experto defiende es que la personalidad se compone de consciente e inconsciente. Todo lo que está en nuestra mente y sabemos que está, y todo lo que está en nuestra mente pero no sabemos que está. Dentro del inconsciente se encuentran los gestos involuntarios, los sueños y los lapsus. Este último tiene para Freud un significado que va más allá de los demás ejemplos citados. Para Freud, los lapsus, es decir, equivocaciones, tienen algún significado. Es aquí donde no comparto opinión con el psicólogo ya que desde mi punto de vista una equivocación es un hecho aislado, sin fundamento y completamente habitual.
Otro ejemplo en el que discrepo es una de las tres instancias que defiende que forman la psique humana. En este caso es con el Superyó, en el que defiende que se representa la moral interiorizada. Comparto que esté interiorizada al encontrarse en el inconsciente, pero no puedo defender que simbolice la ética ya que en mi opinión lo que sería el Superyó como conjunto, yo lo llamaría fuerza de voluntad. Eres tú mismo el que debe reprimir los instintos y controlar lo que se debe realizar. Para finalizar debo añadir que pese a criticar una de las instancias, estoy muy de acuerdo con las otras dos (Ello, YO) y en especial con el YO, porque la sublimación es algo que en el día a día efectuamos, convirtiendo los impulsos agresivos del Ello en respuestas socialmente admitidas.
Como conclusión, quiero agregar que la dimensión psicológica del ser humano es muy compleja y que como en todo, hay multitud de opiniones siendo todas ellas válidas.
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